Catarsis Ardorosa
Todos necesitamos una catarsis de vez en cuando.
miércoles, 11 de septiembre de 2013
La Aldea Global es un pueblo bicicletero.
sábado, 1 de diciembre de 2012
¿Regreso al Pasado?
domingo, 30 de octubre de 2011
Lo que siente uno por los políticos.
Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.
Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.
De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos.
jueves, 14 de abril de 2011
Desenpolvando viejos artículos
Así es mis ardorosos, ando de vena nostálgica, y me gustaría poner a su paladar un viejo artículo que escribí como prueba para una revista, y que conjuga dos de mis grandes aficiones: las artes marciales y Starwars (si, si.. patético) pero, ai´les va:
Las Artes Marciales y los caballeros Jedi.
Por Fionn MacHumhaill.
“Luke estaba agotado y jadeaba al respirar.
-No puedo, es demasiado grande.
-El tamaño no importa –insistió Yoda- carece de significado. Mírame. Juzgame por mi tamaño ¿quieres?
Escarmentado, Luke se limito a menear la cabeza.
-Sera mejor que no lo hagas- le aconsejó el maestro Jedi. -Tengo a la Fuerza como aliada. y es una aliada poderosa. Crea vida y le permite desarrollarse, su energía nos rodea y une. Nosotros somos seres luminosos, no esta materia tosca...”
Donald F.Glut.
-El imperio Contraataca
La conversación anterior quizás la hemos escuhado muchas veces, en las novelas y las películas de George Lucas. Seguramente en nuestra imaginación, quisimos ser un valiente caballero Jedi y luchar por la paz de la galaxia, pero ¿porque es tan exótica y a la vez tan cercana la mentalidad y la conducta de los caballero Jedi? ¿alguna vez se han preguntado si en verdad existe la Fuerza? ¿será fanatismo cuando algunos bromistas dispersaron el rumor que existe en Australia una religión Jedi, y muchos la consideraron seriamente? ¿se puede realmente alcanzar la paz interior como un caballero Jedi?
En realidad el camino del jedi no es más diferente al que pueden tomar un monje Zen, un Iman del Islam, un sacerdote cristiano ó personas comunes como ustedes o yo; como dijo Obi-Wan Kenobi:
“...Aprenderás que todas las verdades que conoces dependen de ciertos puntos de vista.”
El origen del camino Jedi sin duda se remonta al lejano Oriente. De una forma intencional, y otras veces intuitiva, George Lucas retomó filosofías como el Budismo Zen, o el Tao Te Ching. Tambíen se ha enriquecido su contexto con los principios de disciplinas como las artes marciales e incluso el Yoga.
Hace mucho tiempo, el samurai más famoso de la historia Shimen Miyamoto Musashi, creador del estilo Niten ichiryū (escuela de los dos cielos) o Nitō ichiryū ó escuela de las dos espadas en una (estilo que permitía al guerrero utilizar la espada larga o Katana y la espada corta o Wakizashi al mismo tiempo) escribió en su obra, el Gō rin no Sho o Libro de los Cinco Anillos:
“Haga del Kū su camino. y haga del camino su Kū. En el Kū hay bien y no hay mal, cuando hay razón, hay sabiduría y hay camino, hay Kū.”
El Kū (vacío) no se refiere a la nada o a la ausencia. Se refiere a aquellas cosas que solo se pueden ver con los ojos de una mente tranquila y en paz. Esta es una aproximación a lo que podemos entender como la Fuerza. Un practicante de artes marciales puede lograr acercarse a un estadio de perfección interior o Satori (como se le llama en el Zen) y combatir plena y descisivamente. Un verdadero artemarcialista no busca vencer ni humillar al oponente, el verdadero guerrero no busca la victoria, la victoria lo encuentra a él. El oponente no es su enemigo, y no alberga resentimientos ni odio sobre él, porque es parte del Todo.
Seguramente al estar leyendo esto, te preguntas ¿y dónde quedan Van Damme, Steven Seagal, o Jackie Chan? ¿acaso no el arte marcial no es un arte de guerra? ¿las artes marciales se hicieron sólo para defenderse? pero, ¿acaso no se entrenaba un samurai para matar a su oponente? La respuesta es muy sencilla: el verdadero guerrero no actúa conscientemente. Es parte de la escencia del zen. Los actos sin intenciones jamás encajarán dentro de los valores éticos o morales. En la saga de Star Wars los caballeros Jedi combaten a su oponente, sin humillarlo; sin embargo su respuesta siempre es directa y contundente (¿recuerdan el incidente de Obi-wan Kenobi y Luke en la cantina de Mos Eisley?), un Jedi no busca el conflicto, pero su respuesta será definitiva. No existe la intención de matar o mutilar, simplemente actúan.
Lo explicaré de otro modo.
Cuando un volcán hace erupción y arrasa zonas habitadas, ¿pueden encontrar mal alguno en la destrucción que ocasiona? No. Esto se debe a que no existe la intención del volcán de hacer erupción y acabar con todo a su alrededor. Sólo pasa. Así, un verdadero guerrero no piensa, no impone límites a su cuerpo, simplemente actúa. Cuando el Jedi actúa con su mente en silencio, el cuerpo ya sabe lo que tienen que hacer, porque para eso se ha entrenado durante años; así hará lo que sea necesario y no temerá a que su mente sea traicionada por deseos y pensamientos sinestros.
Hasta este punto hemos encontrado la simetría entre los Jedi y las artes marciales, pero es importantísimo mencionar que las personas que practican las artes marciales no son las únicas que pueden alcanzar el estado de paz interior que admiramos de un Jedi. Shimen Miyamoto Musashi llamaba a su camino para la comprensión y el entendimiento Heihō, y se basaba en los siguientes preceptos:
1. Nunca abrigues designos siniestros.
2. Prosigue con diligencia el camino de Las dos espadas en una.
3. Cultiva un amplio rango de intereses en las artes.
4. Sé un conocedor de diversas ocupaciones.
5. Sé discreto con respecto a tus tratos comerciales.
6. Nutre la habilidad para percibir la verdad en todos los asuntos.
7. Percibe lo que no se puede ver con los ojos.
8. No seas negligente ni siquiera en los asuntos sin importancia.
9. No te comprometas en actividades inútiles.
Pero en si tu camino no es el de las artes marciales puedes segurir tu propio Heihō: Si eres capaz de apreciar el arte de la naturaleza, estás sin duda en el camino correcto. Si tienes la dedicación necesaria a tu trabajo o estudio, si has disciplinado a tu mente y a tu cuerpo para hacer tu trabajo u oficio, de forma que se te hace fácil realizarlo, y que además sientes placer de hacerlo, haz encontrado el sendero del Satori. Si eres diestro en algo y compartes esta destreza de forma honesta con tus semejantes, y ellos pueden sentir la alegría con la que haces las cosas.... lo has logrado.
Si todo esto aún no te convence, y crees que es necesario hacer un viaje trascendental al Japón o tener que navegar en el espacio en busca del sistema Dagobah; déjame contarte algo muy interesante: A pesar que Musashi creía en la religión Shitoísta, y que vivió además la influencia del Zen, el jamás tuvo maestro alguno. Su escuela fue la vida y sus maestros, sus oponentes y la gente con la que convivió.
Este artículo te puede ayudar a buscar el sendero de la Fuerza.... pero ten cuidado, también podría –desde otro punto de vista- confundirte; la practica de las artes marciales, el Yoga, o el Zen, no implican de ninguna manera un atentado a una religión ó creencia. Estas disciplinas, por el contrario, te permiten dentro de lo posible, reafirmar tus convicciones ó creencias no importa cuales sean... que la Fuerza te acompañe.
martes, 8 de febrero de 2011
¿porque despiden a Carmen Aristegui? ¡Ora, si estamos chupando tranquilos!
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Uno de tantos bicentenarios.
Uno de tantos bicentenarios.
Como siempre, mis estimados bonzos del pensamiento; ni pretendo aleccionarlos, ni despertarlos a la conciencia ni nada por el estilo. La catarsis, como el bicentenario, son eventos subjetivos…
Que difícil resulta que en éste día, cuando todos deberíamos estar celebrando chingonamente, resulta que una gran parte de éste país no tienen ganas, ni motivos para celebrar. Lo peor de todo, es que sus razones son inobjetables: ni llamados políticos, ni amenazas clericales pueden tapar el hecho de que estamos en uno de los momentos más delicados de nuestra breve historia, siendo que ni siquiera tenemos un proyecto de nación; porque no cabe duda, que hay muchos Méxicos.
Recientemente, muchos amigos me han dicho que para que celebrar, si en México nada ha cambiado…
Seguramente esto les parecerá oportunista, y razón no les faltará. Pero realmente ansiaba llegar a este día. Cuando era un escuincle imberbe, en Julio de 1989 observaba con fascinación el desfile que conmemoraba el Bicentenario de la Revolución Francesa. Después de ver semejante evento, traté –sin éxito, desde luego- de imaginar cómo sería el mundo 21 años después; y ni en mis fantasías más alocadas hubiese adivinado que el mundo (y México) cambiaría tanto, y que a la vez, siguiera siendo el mismo.
En ese entonces el mundo todavía se dividía en dos grandes bloques, y siempre nos andaban espantando con el petate del muerto nuclear (algo que ya no pasa ahora, ¿verdad Fidel?) y Francia parecía en esos días como una Utopía de desarrollo e igualdad; y también estábamos pasando el trago amargo de una elección presidencial robada, que nos daba la idea de que éste país NUNCA iba a dejar a un régimen agarrado con uñas y dientes al poder…
La verdad, es que sí han cambiado mucho las cosas.
¿Qué creen? Los regímenes comunistas comenzaron a caer, y apenas hace 10 años, se logró la elección de un presidente no priista (que hasta la fecha, la incapacidad y egolatría de dicho presidente, relegó a este hecho histórico a nada más que una anécdota) y la Francia Bicentenaria, nos demostró hace algunos años gracias a unos disturbios que paralizaron a la nación gala, que están tan lejos de la Igualité, liberté y fraternité como muchas otras naciones.
Que 200 años no son nada, diría un tango
Algunos amigos, también argumentaron que no deberíamos festejar; porque el gobierno hizo un gasto oneroso y ofensivo, para celebrar dicho evento; mientras gran parte del sureste está bajo el agua, y el norte bajo las balas. Y tienen toda la razón, imagínense:
Supongan por un momento que vivimos en una familia disfuncional, que vive en una casa hermosa, pero que está mal aprovechada y muy maltratada. El Gobierno es como un padre irresponsable pero que se da baños de pureza, está casado con Televisa, que es como mama estilo Sara García, regañona, intolerante, pero que al final le da la razón al padre y termina alcahueteando a los hijos. Esta pareja disfuncional tiene muchísimos hijos, que han sido malcriados, a unos les dan todo y a otros nada… pero la gran mayoría no se hablan y siempre están peleando.
Y por si fuera poco, esta familia tiene un tío lejano llamado Iglesia, que siempre quiere tomarse las atribuciones del padre.
Resulta que papá se quiere hacer el generoso y ha tirado la casa por la ventana en un fiestonón…
¿Qué vamos a hacer? Hacer berrinche y encerrarnos en nuestro cuarto mientras transcurre la fiesta? ¿Amargarle la fiesta a los otros hermanos? ¿Salir a festejar y fingir que todo es maravilloso? ¿Salir y vandalizar la casa, porque así creo que se debe celebrar todo? La verdad no sé. Lo único que me queda claro es que se hizo un gasto monumental… pero es con ¡mi dinero! ¡tu dinero! ¡¡ NUESTRO DINERO!! ¿Por qué no habríamos de salir a la calle y festejar? ¿Acaso vamos a dejar que nuestro dinero se tire a la basura? ¡Ya se lo gastaron!
Tampoco digo que salgamos a olvidar el pésimo trabajo que se hace para mejorar el país, pero también es justo celebrar que estamos vivos, que sobrevivimos… pero que sobre todo, aquellos que trabajamos, estudiamos, barremos calles, echamos la mezcla, servimos comidas, pagamos impuestos, en fin… nos PARTIMOS LA MADRE todos los días; estamos haciendo patria, y NOS LO MERECEMOS.
Y no olviden, malqueridos políticos, religiosos, narcos, y demás sanguijuelas, que las fiestas centenarias por lo general, terminan en REVOLUCIONES. No lo olviden.
Ultimadre me importa mente, si voy a festejar el bicentenario… Ya me desahogué. Como siempre, mis hermanos, Ustedes tampoco se queden callados.
PS. Mientras escribo esto, acabo de escuchar un rumor macabro pero muy a la mexicana... que van a encontrar el cadáver del Jefe Diego hoy en la noche en el centro.
A veces hasta para divertirnos somos tan mórbidos... De por sí el indio es alegre, y encima le dan maracas...
jueves, 9 de septiembre de 2010
Mi propuesta para la canción del Bicentenario
Las críticas para la canción del Bicentenario no se hicieron esperar: que es cursi, pop barato, patética y todo lo que se imaginen.
En mi particular opinión, si no fuera porque el evento es algo mucho más complejo, no la vería tan mal (después de todo es una canción sacarosa para un evento al más puro estilo Televisa) . Lo que no termino de comprender es cómo fue terminar aquí Jaime López, uno de los compositores más ácidos y filosos de nuestros días...A ver, primero que nada... ¿ya escucharon la canción del bicentenario? pues aquí esta la letra:
El Futuro es milenario.
(Jaime López/Alex Syntek)
Nacimos para cantar
Nacimos para bailar
Nacimos en el lugar
Del Cielito lindo
Más siglos para el amor
Más siglos para el color
Más siglos de una canción
Serán bienvenidos
Orgullo que se comparte
De México a todas partes
El alma vuela y revuela
En la gran celebración
La plaza se va llenando
Lo bueno está comenzando
Unidos por lo que viene
Al son del Bicentenario
Shala lala lá
El futuro es milenario
Shala lala lá
Allá vamos, paso a paso
Shala lala lá
El futuro es milenario
Shala lala lá
Allá vamos paso a paso
El mundo tiene razón
Que México es puro amor
Es flor que se da al calor
Del horno de barro
Bailamos a todo dar
Un ritmo para festejar
Gozamos la variedad
De ser mexicanos
Las calles son una fiesta
Se hermanan las diferencias
Las voces cantan y estallan
Desde nuestro corazón.
La plaza se va llenando
Lo bueno está comenzando
Unidos por lo que venga
al son del Bicentenario
Pero en vez de quedarme únicamente con la crítica, les propongo ésta canción; para nada es algo festivo, pero creo que sí puede decirnos lo complejo que es ser mexicano. Obviamente yo no compuse ésta canción, la hizo la 3 veces Heróica Botellita de Jerez, ai´les va:
Forjando Patria.
(Botellita de Jerez)
Es una morena cachonda, sabrosa
Es una portada en un libro de texto,
Es una serpiente espinada en el sexo
es mil soldaderas, la Virgen Morena.
Abuelos Aztecas, abuelos de España,
es Villa y Zapata almorzando en el Sanborn´s
es la carabina que traen los de abajo,
es reata en la mano sorteando manganas.
¡México! ¡México! ¡México!
Es campanario en Dolores de parto,
bestial borrachera, machete en el vientre,
es un amasijo de muertos vivientes,
es tiempo de espera, sangrando en la selva,
es chile de árbol en boca de todos,
es carne de dioses, Guayaba y Tostada,
es Pepe el Torito con su chorreada,
es raza de bronce, de huesos y lodo.
¡México! ¡México! ¡México!
Golpe del cielo,
tierra en la uñas,
boca de fuego, águila y tunas,
¡Naunque nos maten, naiden se raja forjando patria!
¡México! ¡México! ¡México!